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19 abril 2016 · Quiropráctica

Crujir el cuello, ¿hay algo malo en esto?

Muchas personas hacen crujir el cuello, algunas veces buscando alivio, otras como un tic nervioso, o simplemente porque pueden hacerlo, a menudo incluso sin intentarlo.

Pero, ¿Cuál es la diferencia entre hacer crujir el cuello y recibir un ajuste de un quiropráctico?

La necesidad de realizar chasquidos en el cuello de uno mismo es potencialmente una señal de un problema subyacente. Ocasionalmente la necesidad de hacerlo se debe a una mala postura, ejerciendo excesiva tensión en las articulaciones de la zona cervical (cuello). Debido a las tensiones en la columna vertebral, las articulaciones sufren mucho. Si el problema persiste, puede llegar al punto de pinzar un nervio.

Al hacer crujir el cuello (auto manipulación) estás, básicamente, crujiendo o bien la articulación superior o la inferior a la articulación restringida que necesita moverse correctamente.

Los quiroprácticos se preparan más de 5 años para ajustar la articulación correcta de la forma adecuada (ver fotos abajo). Esto alivia la articulación restringida y libera cualquier nervio lesionado.

¿Qué hay de malo en crujir el cuello?

El peligro de hacerlo tú mismo es que no mueves las articulaciones adecuadas. Cuando te crujes a ti mismo puedes conseguir el mismo sonido como un pequeño “estallido” (aire siendo liberado de la articulación) que él de un ajuste quiropráctico, esto puede generar algún alivio, debido a la liberación natural de químicos llamados “endorfinas” que calman el dolor. Pero esto puede causar daños.

Sobre todo cuando una articulación está subluxada (bloqueada), las articulaciones superiores e inferiores trabajan más duro para compensar la falta de movimiento de la articulación rígida. Así que estas articulaciones ya se están moviendo demasiado y cuando te crujes a ti mismo las fuerzas a moverse aún más (ver imagen).

Esto puede, con el tiempo, provocar el estiramiento de los ligamentos que sostienen la columna vertebral y generar inestabilidad y problemas futuros.

 

 

Entonces, ¿qué hago en vez de crujir el cuello?

Por lo que hemos aprendido hasta el momento, potencialmente tienes un problema subyacente que está causando daños a los ligamentos de tu espalda.

Lo primordial es cuidar tu postura y prevenir tensión innecesaria en tu cuello y hombros.

El siguiente paso es tener un examen completo con un quiropráctico para evaluar el movimiento y función de cada articulación de la columna. Los ajustes quiroprácticos devuelven la movilidad correcta a tus vértebras. Una columna sana no cruje sola, no arriesgas con un gesto que parece tan inocuo haciéndolo tú mismo, tu cuello merece un ajuste preciso y seguro, lo que te puede hacer tu quiropráctico. Así es que ya sabes, no hagas crujir el cuello tu mismo, y ven a vernos. :)

19 abril 2016 · Quiropráctica

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