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29 septiembre 2015 · Quiropráctica

El poder de una mente sana. ¡Lee!

¡Abre tu mente!

“Nuestros pensamientos condicionan nuestra vida, nuestra forma de pensar, ser y actuar: si cambiamos esos pensamientos negativos por positivos también cambiamos nosotros y nuestro entorno.”

“Me despierto por la mañana y conscientemente construyo mi día tal como quiero que ocurra”
Dr. Joe Dispenza, Quiropráctico, neurocientífico, bioquímico.

En una reunión informativa sobre la quiropráctica evocamos, rápidamente, el poder que tiene una mente sana sobre nuestra vida y nuestra salud y la importancia de una actitud positiva ante la vida. Dicho esto, hoy en este post, queremos animaros a cambiar el chip para potenciar el efecto positivo de un tratamiento quiropráctico en un cuerpo que posee una mente sana.

Nuestro entorno es una extensión de nuestra mente. Y es por esto que cuando cambiamos nuestra mente o nuestros pensamientos, también cambia nuestra vida, porque vemos nuestro entorno de manera diferente. Este es el fin de cultivar una mente sana.

Cualquier pensamiento o idea que nos llega a la mente tiene su origen en una sustancia química especifica creada en nuestro cerebro. Esta sustancia, que es liberada en la sangre y capturada por receptores hormonales y nerviosos, nos produce una determinada emoción o resentimiento.

Dicho de otro modo, nuestros pensamientos se graban en nuestro cuerpo y hacen que lleguemos a sentirnos de la manera en la que pensamos.

Pero cuidado porque cuanto más repetimos ese pensamiento, más fácil es para el cerebro crear esta sustancia y más fácil es para el cuerpo tener esta emoción, hasta que con el tiempo, estas emociones forman parte de nuestro ser, carácter o personalidad. Es por esto, que debemos canalizar los pensamientos y filtrarlos para conseguir una mente sana porque si únicamente repetimos pensamientos negativos, esto será muy complicado.

Además esta sensación llega a ser natural y constante, independientemente del entorno o situación en la que nos encontremos. Por ejemplo, llegará un punto en que una persona agresiva solamente sepa reaccionar agresivamente ante cualquier situación. O una persona depresiva, que ve siempre el lado oscuro de las cosas pese a que se le de una buena noticia, porque siempre buscará la parte negativa de todos los asuntos. Esto sucede porque hemos fijado tan bien esta emoción, que nada ni nadie lo puede cambiar, al menos que seamos nosotros mismos quienes nos concienciemos de la situación y decidamos cambiarlo. Este es el primer paso para cultivar una mente sana. Y es que, si no pensamos de manera diferente nuestro cerebro no dejará de fabricar las emociones negativas que está acostumbrado a fabricar y no lograremos conseguir este cambio.

En general existen unos pensamientos predominantes que tenemos en la mente y que nos vamos repitiendo a lo largo del día y de nuestra vida.

En tu caso particular, ¿es este pensamiento positivo o negativo; constructivo o destructivo?. ¿Piensas constantemente “soy una persona feliz” , “tengo suerte”, o bien “la vida es dura” “ me encuentro fatal”, “No me salen las cosas como quiero”?. ¿Las películas que ves son alegres, dramáticas o violentas? ¿Cuándo lees el periódico te fijas en las noticias sobre catástrofes, en los accidentes, en las pérdidas… o has decidido dejar de leerlas por ser demasiado negativas? Una mente sana solamente puede funcionar cuando predominan en ella los pensamientos y las sensaciones positivas.

¿Qué podemos hacer para cambiar el chip?

  1. Anular conscientemente el pensamiento no deseado cada vez que ocurra y cambiarlo por el que deseamos.
  2. Visualizar el resultado final de algo que queremos cambiar o iniciar. Cuanto más real, clara y llena de emoción sea la visualización, más efectivo será el proceso y con más éxito lo realizaremos.
    3. Creer y tener la convicción de que es posible llegar al resultado deseado.

 

Por ejemplo, ¿quieres cambiar de trabajo, pero no sabes por dónde empezar o te da miedo?

Visualiza el puesto que desearías: con tus responsabilidades, compañeros, ubicación... Hazte una imagen real del entorno e interacción. No hace falta pensar en cómo lo realizarás de momento, la parte intelectual no interviene. Pero si debes estar atento a las oportunidades y a la voz interna que nos habla para tomar las buenas decisiones. Lo ideal para emprender esta decisión es aislarse algunas veces al día y realizar este ejercicio de visualización hasta que lo interiorices y forme parte de ti. En el momento en que tu voz interna derive en algún pensamiento negativo, del estilo “no me lo creo” o ”no puede ser”, hay que cambiar el chip otra vez.

Si te ha interesado el tema, seguro que te encantarán las películas en las que ha colaborado Joe Dispenza : “El secreto”, y “Y tú que sabes”, o también los libros “El secreto”, “El poder del ahora”, “ La mente infinita” o “Desarrolla tu Cerebro”.

¡Ahora que conocéis el secreto de una mente sana os deseamos, desde Centre Quiropràctic Llevant, una vida más saludable con la quiropráctica!

 

29 septiembre 2015 · Quiropráctica

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